¿DERECHO O PRIVILEGIO?
Existe una gran diferencia entre derechos y privilegios. Lamentablemente, en la sociedad
actual, especialmente con ciertos grupos de edad, étnicos, religiosos,
políticos, etc., ellos piensan que tienen derecho a todo. Sí, es cierto
que podemos tener ciertos derechos, pero esos derechos son frágiles y dependen
de la estabilidad de los sistemas políticos, legales y de justicia del lugar
donde nacimos o donde residimos. Pero tengamos derechos o no, la vida es mucho más significativa y
hermosa, y tiene una perspectiva completamente nueva, si aprendemos a ver todo
como un privilegio en lugar de como un derecho.
Aunque hay
una distinción clara, lamentablemente es demasiado fácil mezclar o confundir
derechos con privilegios. Comprender la diferencia entre ellos es fundamental
para las personas que intentan vivir dentro de la ley en una sociedad libre,
donde demasiados legisladores, abogados, políticos y periodistas gastan
demasiada energía tratando de difuminar la distinción entre los dos para su
propio beneficio o agenda.
Un privilegio es un cierto derecho a la inmunidad otorgada
por el estado u otra autoridad o institución a un grupo restringido, ya sea por
nacimiento o de forma condicional. Los privilegios no pertenecen a todos. En
los estados democráticos modernos, son condicionales, se otorgan solo después
del nacimiento y están sujetos a cambio o eliminación total por parte de
quienes tienen la autoridad que los controla. (Fuente: Wikipedia)
Los privilegios son desiguales por naturaleza. Básicamente,
se les da a algunos y se les niega a otros. Y a menudo, un privilegio implica
tomar algo de un grupo y dárselo a otro. Como tal, los privilegios se pueden
revocar en cualquier momento dependiendo de determinadas circunstancias. Por
ejemplo, una licencia de conducir es un privilegio porque cualquiera que quiera
obtener una debe cumplir con ciertos requisitos de edad, capacidad física y
poder aprobar un examen. Esta licencia o privilegio se puede negar o quitar
cuando una persona no cumple con los requisitos o viola las leyes de
conducción.
Por el
contrario, un derecho es un derecho inherente e irrevocable que tienen todos
los ciudadanos o todos los seres humanos desde el momento del nacimiento. Un
derecho es algo con lo que toda persona nace y es inalienable, lo que significa
que nadie puede otorgarlo, quitarlo o negarlo. No es necesario ganarlo o
trabajar por el. Aunque los derechos existen fuera del gobierno y los
privilegios dentro de ellos, la realidad sigue siendo que los derechos no
pueden existir sin el gobierno.
Para que un derecho sea significativo, alguien con autoridad
y poder debe reconocer y respetar ese derecho. Como tal, no hay derechos en una
anarquía, dice Leo Morris, columnista de The Indiana Policy Review, ganador
del premio de la Hoosier Press Association al Mejor Escritor Editorial. Por
ejemplo, la libertad de expresión es un derecho porque cualquiera puede hablar
libremente, no hay nada que nadie tenga que hacer para poder hablar libremente
y no le cuesta nada a nadie tener libertad de expresión.
Es
importante señalar que los derechos no son los mismos en todo el mundo. Dependen
del lugar y el entorno donde nació o reside la persona. Incluso hoy en día, una
persona que viva en diferentes partes del mundo tendrá diferentes derechos. En
otras palabras, los derechos dependen directamente de los sistemas políticos,
legales y de justicia del lugar donde reside el individuo. Dicho esto, aunque
ciertos derechos se ganan por nacimiento en la mayoría de los casos, hay muchas
ocasiones en las que es importante luchar pacíficamente por otros
derechos humanos que faltan. Aún hoy, hay muchos lugares en el planeta donde a
las personas se les niegan algunos de los derechos humanos más básicos. ¡Esto
es un crimen y una vergüenza!
El problema surge
cuando ciertos grupos se sienten con derecho a ciertos beneficios. Pueden
que merezcan o no lo que piden o por lo que luchan. Pero la legitimidad o
injusticia de derechos específicos no es el objetivo de este documento, ni
tampoco si la gente debe luchar por ellos o no. El caso es que, en esta lucha,
los políticos, legisladores, abogados, periodistas e incluso las personas
involucradas a menudo tratan de difuminar la línea entre derechos y
privilegios. Y esto, esto es algo de lo que todos tenemos que tener mucho
cuidado porque en este desenfoque, muchos de nuestros derechos y privilegios
pueden irse perdiendo poco a poco con el tiempo.
Cuando usted
ve todo como un derecho, se pasará toda la vida luchando, peleando por
conseguir esos derechos, y molesto con el establecimiento, el gobierno, las
instituciones y en general, con todos y todo aquello que no cumpla con sus
criterios. Hay personas y / o grupos que, independientemente de la
cantidad de derechos y privilegios que tengan, siempre lucharán por más. Esto está completamente perfecto
cuando hablamos de derechos humanos, pero puede ser cuestionable en otras
circunstancias. Cada caso es diferente y cada individuo debe tomar sus propias
decisiones acerca de si debe apoyar y luchar por esos derechos.
Por el
contrario, cuando usted ve todo como un privilegio en lugar de como un derecho,
la vida adquiere un significado completamente diferente. Simplemente imagínese
si convirtiera todo lo que da por sentado, incluso lo más minúsculo, y aprendiera
a verlo como un privilegio. La vida se volvería casi
instantáneamente exponencialmente más significativa y hermosa. Por ejemplo, solo piense por un
momento que pudiera dejar de dar por sentada la vida, ver, tocar, caminar,
comer, reír, hablar, amar, cantar, gritar, llorar, las mascotas, los animales, los
árboles, las flores, el agua, los amaneceres, las montañas, el océano, el sol
en su cara, etc., etc., etc.; entonces, casi instantáneamente, la vida se
volvería más rica en todas las formas posibles y significativas. ¡Es increíble
que un cambio tan pequeño en nuestra actitud pueda tener un impacto tan grande
en nuestras vidas!
Algunas
notas finales: Es posible que tengamos el derecho a vivir, pero hasta que no
veamos la vida como un privilegio, simplemente estamos sobreviviendo. Descubrir
quiénes somos realmente es el privilegio más importante que se nos otorga a
cada uno de nosotros. Experimentar la vida como un privilegio es, por mucho, el
mayor privilegio. ¡Respetar la vida de todos los seres vivos no es un
privilegio, es un derecho! Puede que usted tenga el derecho a vivir, pero estar
vivo, tener esta experiencia humana, es un gran privilegio. ¡Aprovéchelo al
máximo! Incluso sin derechos, usted todavía tiene el privilegio de decidir
quién quiere ser. ¡La vida mejorará drásticamente simplemente cuando sea capaz
de ver todo como un privilegio!
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Autor: Mauricio Correa
Páginas Web: rutaauno.com
Blog: p2oblog.blogspot.com
Gracias, Maestro! Soy realmente privilegiada de poder leer sus escritos...Un fuerte abrazo.
ReplyDeleteY yo de compartir esta experiencia llamada vida contigo.
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